Hoy, más de un año después de que uno de los mayores escándalos de corrupción política de nuestra historia democrática le estallara en plena legislatura a Mariano Rajoy, la portavoz gubernamental ya se ha olvidado del famoso "esta es la mesa de Gobierno" y este viernes ha decidido que ya era el momento de empezar a defender desde ella -hasta la fecha vetada para ciertos asuntos- los intereses de su propia formación política. Claro que el momento elegido no es casual, sino todo lo contrario. Coincide con la precampaña de las próximas elecciones europeas y la reciente presentación de la candidatura oficial del Partido Popular.

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